Nací en Bogotá, Colombia, en una familia muy humilde. Fue allí y siendo muy pequeñita cuando conocí al equipo de Global Humanitaria. Nos hicimos amigos inseparables porque entendí que ellos tenían un poder especial que yo también comparto: el de la solidaridad. Gracias a Global Humanitaria
muchos miles de niños y yo hemos podido ir a la escuela, tener una buena salud y conocer nuestros derechos.
Me siento como una superheroína con mi poder solidario. Y tengo una misión muy importante en Global Humanitaria: ¡ser la voz y la defensora de todos
los niños y niñas que ven vulnerados sus derechos!
Te invito a participar en esta emocionante aventura. Juntos vamos a aprender que los derechos de los niños son universales, que todos los países y sus gobiernos tienen que respetarlos y trabajar para que los niños y las niñas podamos desarrollarnos sanos, aprender y tener posibilidades para convertirnos en adultos que aporten cambios positivos en su comunidad. Entre todos, ¡podemos construir un mundo más justo!
Trabajamos para promover y defender los derechos de la infancia en situación de vulnerabilidad y para fortalecer las comunidades en las que vive para alcanzar soluciones sostenibles y una mejora duradera en la calidad de sus vidas.